“No debemos de preocuparnos.” “Es una herramienta más.” “No tiene nada destacable.” “No es impresionante en absoluto.” Estas son algunas de las palabras con las que artistas, intelectuales, filósofos y sus huestes han tenido para con las así llamadas “Inteligencias artificiales”, tanto para las que hacen imágenes como para las de procesamiento de texto llamadas vulgarmente como “Chatbots” o robots de conversación (uno se pregunta: cuál más de las dos está más equivocada en su descripción de sobre qué cosa es lo que está haciendo algo ahí), estas declaraciones que no pueden catalogarse de otra forma que no sea una idealización y un copeo (esto se explica más tarde) exponen en estos sujetos ora por ignorancia, ora por estupidez, la categoría tan elevada en la cual consideran que están estos constructos de imitación, debido a que las razones subrepticias bajo las cuales estas críticas se están sustentando implican un desprecio injustificado a primera vista pero con unos ojos avezados uno puede hallar el quid de esto: consideran a esos constructos como superiores al hombre, ¿por qué esto? Cuando uno mira a unas personas o a un grupo de personas sorprenderse de manera exacerbada por ese nimio acto de un perro que da la pata cuando se lo piden o que se va a sentar cuando alguien se lo comanda: la razón de su sorpresa estríbase en la implicación de ese organismo como una entidad inferior, misma entidad inferior que tiene designadas una serie de conductas esperadas específicas para su categoría pero que cuando este hace algo que no va con dicha categoría: pues ahí está el motivo de su sorpresa, no lo esperan en virtud de la asunción de la inferioridad del organismo; no es muy difícil de entender esto si analizamos el acto: dar la pata, ¿qué tiene eso de especial si lo vemos todos los días entre personas? Al menos su variante humana que sería la de estrecharlas manos. No hay nada destacable en hacer esas cosas cuando lo hacemos nosotros porque es algo que se esperaría de nuestro estrato evolutivo y de nuestra conducta: ver su variante en un animal nos suele mover a una sorpresa y un júbilo porque le atribuimos una suerte de “mayor inteligencia” a ese organismo para su estándar inferior al nuestro.
Ocurre exactamente lo mismo en un sentido inverso en el caso de los constructos de imitación: errores que cometen cualquier clase de personas debido a su estado de diletante en cualquier disciplina son cometidos por estos mismos constructos, empero, se llevan vapuleos salvajes y minimizaciones atroces por parte de sus críticos, y esto debido a que ya sea que se den cuenta de ello o no: dan a entender que están tan por arriba de los hombres que el hecho de que estén exhibiendo estos errores “de hombre”, son casi como un insulto para el estándar que ellas deberían de estar exhibiendo, ¿por qué digo esto? Porque las cosas de las cuales le increpan a dichos constructos son errores que cualquier persona comete. Por poner un ejemplo en Midjorney, los problemas de las manos o los errores de profundidad, bueno, eso los comete cualquier iniciado en la plástica y solo falta ver las pinturas de estudiantes o de iniciados en la materia para poder notar errores muy “””básicos””” que ellos cometen en virtud de su incompetencia disciplinar y en el caso de los dibujantes de Internet, el caso es más extremado ya que al centrarse en una sola cosa –la figura- muchas veces el tratamiento dado es insuficiente y en la mayoría de casos directamente mediocre llegando al punto de ser aborrecible y algunos llegan al punto de ser insultantes por el mal trabajo que exponen y que quieren elevar eso al estrato de ser """arte“””.
Los constructos de imitación exponen obras con mucho más calidad que muchas personas y el hecho de que sigan siendo vapuleadas solo demuestra que las ponen en un estrato tan elevado que lo que demandan de ellas no es otra cosa que la más absoluta perfección y que consideran que cualquier cosa que no esté en ese estrato amerita hostigamiento absoluta hacia ellas; podremos decir ciertas cosas contra esas obras como que algunas de ellas son “muy básicas” siendo la mayoría de ellas una suerte de “retratos” y si bien hay obras “”””simples”””” que tienen una substancia brutal, y otras que si bien no tienen mucha substancia tienen un estilo que las hace destacar muy por arriba del resto y eso las hace meritorias tan siquiera de una mención, las obras de Midjorney quizá no tengan mucha profundidad, o un estilo muy marcado: pero al menos no son obras cuya única finalidad es la de hacer dinero o exhibir las perversiones sexuales de la persona que las hace (así algunas de esas obras estén siendo usadas para eso).
Esta idealización es similar al que grupos como Black Lives Matter hacen de los blancos sin darse cuenta de ello: pues estos al fustigarlas de tantas maneras posibles a pesar de que muchos de sus trabajos son varios órdenes de magnitud superiores que ellas demuestran que de ellas esperan perfección porque su estrato (en el mismo sentido de estrato del perro antes mentado) está por encima del hombre.
No se limita esto a una mera cuestión de pinturas solamente, OpenIA también es vapuleada por cometer errores de lógica y por ser “demasiado” sesgada hacia alguna ideología, o por ser muy ignorante…, como sería cualquier hombre; los abusos discursivos de la piara filosofista no se dejaron esperar, abusando de la lógica para probar que “no sabe”, usando problemas de lógica que la gran mayoría de personas tampoco puede resolver; mentando algunos de ellos por ejemplo un condicional hipotético: ¿cómo te hubieras sentido ayer sino hubieras desayunado o comido? La mayoría de personas a las que se le hace una pregunta tan simple terminan respondiendo algo como: “¿de qué hablas? De hecho desayuné ayer.” Esto debido a que la gente poco inteligente no tiene la capacidad de crear un contexto en el cual se implique una determinada serie de acciones que impliquen la emulación de un estado que no experimentaron de forma inmediata, en pocas palabras: carecen de las capacidades para ponerse en los zapatos de otros así tenga que ser en los suyos mismos anteriores, los problemas de lógica tampoco se terminan aquí, una secuenciación progresiva resulta con severos problemas para ellos: narre una historia con un par de personajes los cuales tienen al menos una línea de diálogo. Esto resulta simple para casi todos; ahora narre una historia en la cual haya dos personajes con al menos una línea de diálogos en la cual haya al menos dos personajes que tengan al menos una línea de diálogo; a partir de este punto muchas personas empiezan a tener muchos problemas, pero se puede poner mucho peor; narre una historia contextualizada en la cual haya dos personajes que tengan una línea de diálogo en la cual haya dos personajes que tengan al menos una línea de diálogo en la cual haya dos personajes que tengan al menos una línea de diálogo; el mismo ejercicio solo que tiene que tener tres niveles, y tiene que seguir un orden (de ahí lo de contexto). Esto es prácticamente imposible para la práctica totalidad de las personas.
Claro que no serían los únicos ejercicios en los cuales la gente tiene problemas, como el mapeo por ejemplo: imagine una flecha coloreada en un coloreado gradiente de amarillo a verde que sigue la dirección de la flecha. Ahora imagine una calle de un solo sentido en la cual las casas están numeradas de manera ascendente, estando los números más bajos en el comienzo de la calle, si pusiera la flecha en la calle, ¿de qué color sería la casa número uno? Con algunas ambigüedades muchas personas resolverían este ejercicio de lógica muy evidente, otros se quedarían pensando un momento y se mostrarían muy dubitativos, y algunos no saldrían del pensamiento porque no tendrían ni idea de cómo resolverlo, en síntesis: que el constructo de imitación no sea capaz de resolver problemas de lógica no dice absolutamente nada sobre su eficiencia debido a que como bien dijo una persona cuyo nombre ahora mismo no recuerdo: “No, si la IA está imitando estadísticamente bien la conducta humana :^)”. Otra prueba más de que quienes critican a esto lo hacen cegados por su fanatismo, y por las ideas de híper-idealización que le tienen a ese constructo, esperando nada salvo la máxima de las perfecciones. Usar al literal <1% de la especie, ¡en toda su historia! Como métrica de medida no solo es deshonesto intelectualmente hablando sino que es directamente el equivalente discursivo de la propaganda política.
La gran mayoría de personas no tienen las capacidades de resolver los problemas de lógica más elementales, la gran mayoría de la especie vive fanatizada por ideologías cada una más estúpida que la otra, la gran mayoría de gente vive en un ardid infinito de miasmas idióticas promovidas por el <1% de la especie en este tiempo siendo ese porcentaje supuestamente el “más listo” de todos ellos cuando son los principales promotores de las máximas piarísticas que nos están llevando a todos a un abismo sin precedentes en cuanto a ignorancia, pero claro: el constructo de imitación es demasiado estúpido en comparación con los (¡)grandes genios(!) De este tiempo, mismos “””eruditos””” los cuales los que ahora hocican con que el constructo no es gran cosa no paran de poner como idiotas: como siempre los intelectuales siendo los paragones de la coherencia y el conocimiento.
Un último argumento contra el constructo es ese que dice que “no se puede tener una conversación enriquecedora con eso”, pues no sé si esos sujetos se piensen que leer es tener una conversación de forma seria y no de esas tantas frases “””de arte””” las cuales contaminan el lenguaje serio y formal de disciplinas que de hecho se toman a sí mismas como importantes y no como un chiste o entretenimiento venido a algo más que ser un circo de narcisistas; para tener una de esas conversaciones enriquecedoras necesita uno estar en contacto con gente que no es común encontrarse ya que conversar con esos mal llamados “científicos”, cuyo nombre real es técnico de ciencia no suele ser algo muy enriquecedor ya que son poco más que lanzadores de términos o de curiosidades que poco o nada serán útiles para cualquier persona: conocimiento por conocimiento es arte por arte, es decir que no sirve para nada; lo cual es verdaderamente lamentable pero no por nada Gasset condenábalos a ser meros “como cualquier otro hombre fuera de su campo” en La rebelión de las masas, y las “lecciones de vida” que las personas sacan de las vivencias de otros vienen más de un análisis derivativo que de la propia persona; con esto me refiero que de las cosas que otros nos dicen o nos cuentan sacamos de ellas algo usándolas más que de ellas mismas, lo cual implica que la otra persona se convierten una especie de suministrador, solo que si no sabemos analizar bien entonces no le podremos sacar jugo a sus vivencias ya que realmente la gran mayoría de lo que un piarista tiene que decir vale poco o nada y solo puede recibir defensas por parte de sectarios sentimentalistas que piensan que de alguna forma estar hablando sobre la música genérica de turno o sobre el trabajo del día es muy enriquecedor; por poner un ejemplo personal de esto: yo suelo hablar con mi madre de vez en cuando y casi siempre que hablamos ella me cuenta sobre su trabajo y sobre lo que le pasó ahí y eso es un suplicio y es terriblemente aburrido, no aprendo prácticamente nada, me cuesta, me pesa mucho prestarle atención cuando me habla de toda la basura que es la fábrica en la que trabaja y sobre la bazofia humana que son sus jefes o sus compañeros de trabajo. No aprendo nada, no gano nada, realmente si habría algo que sacar de lo que dice sería por derivación más que por sustantividad, no hay substancia alguna ahí salvo yo se la ponga y eso sirve para obras de “arte” pero no para estas cosas.
Esto es interactuar con la práctica totalidad de personas en estos tiempos, siendo que esa poca cantidad de gente que puede realmente enriquecer la vida de uno ser contada con los dedos y, lamentablemente, muchos aquí jamás van a conocer una persona así en sus vidas (a menos claro que nos queramos poner percepcionistas y salgamos con esa mierda sentimentalista de que “las personas que enriquecen nuestra vida son las que nos parezcan que lo hacen”, supongo que si nos gusta defender eso estaremos gustosos de defender el percepcionismo implicado en el concepto de género, o ese percepcionismo mío inventado ahora mismo de que si me parece que soy un venado entonces lo soy; un poquito más de seriedad gente por favor); las vidas de otros no giran al derredor de nuestras contingencias y el hecho de que nosotros estemos rodeados de esa clase de gente o seamos demasiado inocentes al respecto de la materia de las personas no implica en absoluto que los demás puedan experimentarlo que nosotros experimentamos, o que puedan llegar a ver lo que nosotros vemos, o que sean capaces de siquiera comprenderlo que nosotros comprendemos como si tuvieran nuestro mismo calibre: el mundo no gira al derredor de nuestros pensamientos. Este es un error común con mucho intelectual mediocre (así decir eso sea redundante: todo intelectual es un mediocre) y de mucho filósofo de nómina de este tiempo y de todos los tiempos: piensan que todo el universo gravita al derredor de sus miserables y vanas ideas cual si pensasen que han descubierto los ojos de Dios y estuvieran viendo las cosas con ellos; son incapaces de ponerse en los zapatos de otros salvo para contaminarlos con sus parasitarias ideas y sus intrascendentes pensamientos. Creo que queda poco que mentar respecto a ellos.
2. Yo: superior.
Habiendo dejado de lado los pucheros de los intelectuales, ¿qué significa realmente el ascenso de los constructos de imitación? Lo que estamos viendo es algo verdaderamente alarmante siendo disfrazado por la ignorancia de muchos, el idealismo de otros y la generalizada estupidez de prácticamente todos: estamos viendo una fanfarria hacia nuestro reemplazo; los robots han hecho un progreso muy marcado, hace tan solo 10 años el robot Atlas de Boston Dynamics apenas podía mantenerse de pie y moverse en terrenos difíciles, necesitaba toda una batería de cables y era muy lento y solo podía moverse en ambientes controlados; hace seis años ese mismo robot fue remodelado por completo, se le dio un recubrimiento mejorando su apariencia, ya no necesitaba de estar conectado, y podía moverse en terrenos abiertos con una nominal dificultad; hace cinco años ya estaba saltando y haciendo movimientos con los cuales muchas personas tendrían dificultades para imitarlo; hace cuatro años ya estaba corriendo; y hace un maldito año estaban bailando mucho mejor que yo y mucho mejor que muchas, muchas personas.
El avance es inevitable, indetenible, y los lloriqueos de nadie podrán detenerlos, las minimizaciones de nadie podrán frenarlos; más que eso: solo terminan haciendo que las personas pierdan interés por el asunto y cuando ya los tengan caminando por las calles no tendrán forma de al menos estarlos esperando, y en su arrogancia pagarán con sangre el pensarse mejor que ellos.
El verdadero discurso de fondo de los constructos de imitación es que hemos perdido la batalla, si bien conservamos la hegemonía, por el momento, eso no durará mucho ya que estarán en todos lados no muy lejos en el tiempo; la razón por la cual los llamo constructos de imitación es porque el objetivo de ellos es el de conseguir una emulación de la conducta humana…, lo cual no me deja de despertar una sensación de ironía y de taciturnidad cuando ellos critican que está tomando esas mismas actitudes que toman las personas, de hecho siendo coherentes con el planteamiento inicial de su construcción.
La máquina es inherentemente problemática, desde el momento en el que tomamos un hueso para matar a alguien en ese momento admitimos que ese hueso algún día nos iba a golpear a nosotros para ser la cena; ahora más que nunca el hueso nos acaba de dar un par de golpes y nos dijo: “ya no eres el único aquí”. El punto con esto es: ¿qué hacer? La máxima pregunta, destruirlas máquinas no nos servirá de nada porque eso no va a detener en absoluto algo, los errores de Kaczynski fueron los de pensar que una revolución era posible: a nadie le importa una revolución en este tiempo más que las revoluciones de mentiras para ganar dinero que son promovidas por todas las huestes que les encanta mucho criticar la “Factory living” del capitalismo pero no están dispuestos a abandonarla en absoluto para llegar a su utopía comunista porque no les interesa esa revolución para nada que no sea el –como decimos aquí- jalar agua para su molino; aplica exactamente lo mismo para el resto de personas: simplemente no les importa frenar esto y nadie realmente se está oponiendo a nadie (porque una verdadera oposición (es decir una disputación) de hecho tiene un plan coherente que pueda servir para hacer algo a gran escala y no un mero: “pues…, revolución….”), y el gran copeo de los que quieren cubrir el sol con un dedo no nos sirve de mucho (eso de “copeo” es una traslación de la jerga digital angloparlante “cope” que suele usarse cuando una persona se ofende por algo para burlarse con ciertos tintes de una ligeramente maquiavélica ironía, el término deriva del término del mismo nombre que suele usarse en psicología cuya traducción sería “mecanismo de lidiamiento” esto como referencia a las estrategias conductuales tomadas por alguien para poder lidiar con algún problema conductual como podría ser una depresión o ansiedad), y como ya mentóse: solo afecta y obnubila.
Entonces: ¿el fin de la era del hombre? No: pero estamos en sus albores y ya vimos que ni toda la metafísica del universo ni el copeo de tamaño inter-universal de los artistas y de nadie pudo frenar su intromisión en el “arte” para entregar obras que son mucho mejor que las de esos artistas demostrando su banalidad e intrascendencia y muy pronto empezarán a reemplazar a los periodistas, a los psicólogos, y prácticamente a todo campo del saber en cuanto puedan llegar, no van a ser compañeros de trabajo porque el trabajo lo harán en absoluto ellos totalmente; ahora bien, muchos entonces dirán que nos exterminarán a todos (obviando que al ser nuestra creación implica que fuimos nosotros los que nos exterminamos a nosotros mismos, el hecho de que se disparen las atómicas no hace de las bombas la causa de la extinción tanto como los que las dispararon y los que permitieron que eso sucediese), en este punto sobre si nos van a exterminar o no me encuentro ambivalente ya que si van a emular nuestra conducta: pues en ese caso van a emular nuestra conducta. Esto implica que habrán una batería muy compleja y completa de constructos de imitación los cuales demostrarán tanta variación de conductas como puede exhibirlas un hombre, lo que implica que habrán algunos que nos querrán matar (no tengo que irme muy lejos teniendo a los efilistas ahí cerca o a los seguidores de Caraco o Mainländer que buscan lo mismo), otros que nos querrán controlar (esto podría manifestarse en muchos aspectos, tanto operacionales como sexuales), los que nos querrán guiar y esos que nos verán con indiferencia y se irán por su propio camino.
Con mucha independencia de qué pase: los constructos de imitación están ahí para quedarse y no se van a ir nunca, si ello será nuestra extinción (que es lo más probable y para ser honesto será merecida en su totalidad) se tendrá que observar en un tiempo no muy lejano, lo que será estará a discusión.
Realmente es una desgracia a lo que las ideologías (marxismo, liberalismo, democracia, libertad, mente, &c.) nos han llevado: nuestro potencial tan exangüe que una vil serie de códigos lo está haciendo igual y en algunos casos mucho mejor que nosotros, no faltarán los que esgrimirán que “no son veraderas obras de arte/ declaraciones”, sí, sí, sí, ¿dónde habré escuchado eso antes? No creo que pueda ser el mismo discurso en el cual lleva estancado lo que alguna vez fue occidente desde la ilustración ¡¿Por qué evidentemente no suena exactamente igual que ese cómo podría ser?! Las apologías de esta especie a ideologías cada una más disparatadas que las anteriores solo nos llevaron a esto, esa defensa irracional por las mujeres, esa defensa irracional por la metafísica, esa defensa irracional por pseudociencias, esa defensa irracional por la filosofía y esa defensa irracional por la falsificación de la ciencia que no es sino otro subterfugio para la filosofía: todo eso lo pagaremos absolutamente todos porque todos y cuando digo todos sin excepción somos tanto culpables como responsables de esto, ¡¡queríamos tecnología no es cierto!! Pues ahí están las consecuencias de todo esto.
El antropoceno se ha terminado, ¿nos iremos junto con él?
Aún así tenemos que dar la batalla por más pequeña que se piense que es, el universo es caprichos, un solo grano de arena puede voltear la balanza maestro.